CAPÍTULO 4
OLIVIA
[10:45 am]
Hoy no voy a la escuela, y no, no es por que no tenga clases, si no que, tengo que ir con mis padres, y eso implica un largo viaje, por lo que tendré que faltar a la escuela toda la semana que viene, pero no importa, tengo quien me mande los trabajos.
LUIS
[5:55 am]
Me despierto, veo que aún no son ni las 6, pero no le doy importancia, ya que sé perfectamente que si me desperté no voy a poder dormirme. Así que me levanto de la cama, me lavo la cara y me pongo los lentes, arreglo un poco la habitación, me cambio y salgo a preparar el desayuno, cosa que no hago hace mucho. Mientras se calienta mi café, voy al cuarto y me decidí por ponerme la ropa para jugar basquetbol con mis amigos.
6:45 am, salgo de mi casa, con la mochila en una mano y el café en otra. Y me voy caminando, de nuevo ya que no he ido a arreglar la bicicleta, pero bueno a esta hora el paisaje es muy bueno a decir verdad, además hace un poco de frío lo cual es maravilloso.
Llegó a la escuela a las 8:27 am, claro con algunos contratiempos ya que no tenía prisa para llegar temprano.
-Un día llegas tarde y al otro temprano ¿eh? -dice Tagoe al mismo tiempo que me siento a su lado.
-Si, bueno así es la vida de las arañas patacones -digo mientras me rio.
-¿Arañas petaconas? -pregunta- ¿qué es eso?
No le di respuesta, solo me concentré en sacar mis audífonos y ponerme a escuchar música, al tiempo que me pongo a jugar “Geometry Dash”.
LUIS
[13:45 pm]
Me estiró en mi escritorio al momento en el que, suena la campana de la salida, ya que la clase estaba muy, pero muy aburrida.
-¡Hey! Luis -me llama Christian- ¿Estás listo para el entrenamiento?
-Hola Christian -bostezo-, por supuesto.
Nos vamos a jugar la pandilla y yo, la verdad es que no somos un grupo muy grande, somos solo Tagoe, Christian, Charlie, Alan, Kurt y yo. Después de entrenar nos vamos como es de costumbre al café, solo que esta vez no veo a la chica, supongo que va a llegar después así que me pongo a conversar.
Después de un rato me doy cuenta de que ya no va a venir.
-Oye, oye -me llama Alan- ¿Quieres venir a mi casa? Vamos a ir los chicos y yo a pasar el rato.
-¿eh? -me desconcertó- ah, no lo siento voy a casa, ya es tarde y tengo cosas que hacer mañana.
-¿ah sí? ¿cómo q- no dejo terminar a Tagoe y me voy.
Me voy a mi casa, y no puedo dejar de pensar en por que la chica no fue al café hoy, y si le habrá pasado algo, ya que nunca antes había dejado de ir, ni por un día, pero trato de pensar en que todo esté bien y que no le ha pasado nada.